Ilustración: "O sertão e o sol quente", de J. Borges
Para Marco Aurélio Garcia, militante e intelectual internacionalista/ in memoriam
Que se vayan todos
Desde 2013 y su junio disruptivo, el sistema político brasileño está en un proceso de gradual pérdida total de legitimidad. El actual momento (de un presidente ilegítimo y con una aprobación popular prácticamente inexistente [1]) representa el ápice de este que se vayan todos continuo de cuatro años, bastante diferente del caso clásico e incisivo argentino que, en 2001, derrumbó a varios presidentes en pocos días a partir de fuertes movilizaciones callejeras [2]. Al miedo de todos los miembros de los poderes constituidos en junio del 2013, se sucedieron intentos de captura y esperanzas de muchos de que ese acontecimiento fuera pasajero. La crisis política, sin embargo, persistió y se agudizó.
Sin embargo, alguien va a ser elegido en 2018 (si hay elecciones) y esa persona vendrá de algún rincón: del partido de la justicia, de la Globo o de los medios, de los bancos, del sistema político moribundo (Geraldo Alckmin, Marina Silva [3]) o de alguna sorpresa. En este sentido, vale preguntarse si la Lava Jato es una excepción para afectar el PT y algunos pocos más (Eduardo Cunha, Sergio Cabral [4]), ya que gran parte de la casta política está ahí, inquieta, pero aun relativamente intocada, intentando sostener y sofocar la Operación (como Temer y Aécio [5] entre otros). Vale cuestionar igualmente ¿qué economía resiste a investigaciones profundas, vía delaciones premiadas, de sus vínculos con el sistema político, de las relaciones entre elites política y económica (y hasta militar)? ¿Se imaginan eso ocurriendo en los EE.UU del complejo industrial-militar o en la Francia de la antigua petrolera ELF y su rol en las conexiones con el continente africano (Françafrique)?
¿Cuál es la originalidad brasileña en este contexto? ¿Es el país más corrupto que todos los demás? ¿La venta de decisiones gubernamentales, promiscuidades entre lo “público” y lo “privado” y la corrupción de la democracia serían una exclusividad nacional? ¿Por qué aquí asumió esa dimensión [6]? Además de eso, la limpieza por el momento se limita a un sector muy específico del capitalismo brasileño, las empresas constructoras. Sectores bajo sospecha de haber cometido ilícitos, como grandes medios de comunicación y bancos, están fuera del abanico investigativo y punitivo; y temores de estos se hicieron notar en el proceso de negociación de la delación premiada de Antonio Palocci, ex ministro de Lula y Dilma. Además, queda pendiente una investigación pormenorizada sobre la cuestión del “elemento externo”, en relación al rol de los EE.UU y sus agencias en este proceso –tal vez futuros leaks ayuden también en esta tarea.
Shock
La activista e investigadora Naomi Klein ya puede agregar otro estudio de caso a su importante libro (agotado en Brasil) [7]. Un shock-golpe en forma de impeachment sin crimen de responsabilidad, gobierno temerario y restauración neoliberal en la siguiente agenda: drástica contención de los gastos públicos, modificación en la legislación del pre-sal favoreciendo al capital extranjero, reorientación de la política externa, la liberación general de la tercerización, cambios en las normativas de la jubilación, ataque a los pueblos indígenas, desmonte de las políticas culturales, disminución de los beneficios del Bolsa Familia, incremento de la deforestación, intensificación de la represión a los movimientos sociales y una serie de descalabros que podrían componer una lista casi interminable. Entramos en un agujero cada vez más profundo –el abismo nos acecha– y el Estado de Río de Janeiro es el retrato de la calamidad (pública), al no lograr honrar compromisos básicos (mantenimiento mínimo de la infraestructura social, pago de los servidores públicos), que puede afectar rápidamente el país como un todo.
Crisis política, social (más de diez millones de nuevos desempleados en dos años, el retorno del hambre y las desigualdades volviendo a acentuarse) y económica (recesión, economía hecha trizas). Las reformas laborales y de pensiones como continuidad, desdoblamiento y motivación del golpe; ninguna elección interrumpiría tal programa. Tenemos un sistema sin ninguna legitimidad (y sin el respaldo de las urnas) aprobando reformas importantes e impopulares (en varios sentidos) [8]. Hasta la caída de Temer no obstaculiza las reformas, ya que éste se debilita precisamente al gastar gran parte de su tiempo y energía en defenderse de las graves denuncias de corrupción que sufre, disminuyendo el ritmo de aprobación de estas mal llamadas reformas.
Creo que Temer no debe terminar su mandato usurpador, pero de alguna forma, eso poco importa: entrará otro (Rodrigo Maia) [9] en elecciones indirectas y buscará concretar esa obsesión golpista por la cancelación de los derechos de los trabajadores y de los de abajo, junto con la continuidad del Ministro de Hacienda, Henrique Meirelles [10]. ¿Hasta que tengamos elecciones directas? Nadie puede asegurar que habrá elecciones el año que viene (previstas para octubre del 2018) No es difícil vislumbrar otro golpe en el golpe que puede asumir la forma de impedir la candidatura de Lula, de la adopción abrupta del parlamentarismo, aplazamiento de los comicios o cualquier otra maniobra. Es significativo para comprender nuestra situación el hecho de que el sistema no haya soportado ni mismo un programa moderado de cambios. En la justicia de excepción que se manifiesta continuamente en el país y ahora afecta a Lula en su injusta y absurda condena en primera instancia a una pena de casi diez años por un inmueble que él no posee y ha visitado una sola vez –de otra forma y en una intensidad bastante diferente en relación al emblemático caso de Rafael Braga [11], es posible afirmar que Lula se ha vuelto negro (o sea, permanentemente condenable sin pruebas) [12].
Luchas
Vivimos una insatisfacción altísima (y una aplastante mayoría apoya elecciones directas inmediatas, según las encuestas [13]), pero sin expresión contundente en las calles. Es cierto que tuvimos fuertes manifestaciones en el paro general del 28 de abril y en Brasilia, el 24 de mayo [14], pero estas bellas jornadas no tuvieron continuidad ni lograron mantener la presión. Sí ocurren varias movilizaciones militantes, pero que tienen gran dificultad para alcanzar a las “personas comunes”. Si el gobierno ilegítimo y su mundo permanecen de pie (aunque tambaleantes – ¿hasta cuándo?), todo indica que revueltas más fuertes están por venir, incluso por cuenta del deterioro de las condiciones de vida de la población. La crisis tiende a profundizarse [15].
A ello se suma un hecho curioso: un sistema en crisis y sin una izquierda que haga una crítica radical a él. ¿Viviríamos en un escenario de tierra arrasada? Pese a la situación adversa y difícil, tenemos mucha lucha en Brasil –se trata, ciertamente, de uno de los países con movimientos más fuertes. Desde el Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra (MST) [16], su Escuela Nacional Florestan Fernandes (un bellísimo caso de educación popular) y todos los movimientos del ciclo de luchas que se inicia en el final de los años 70 con el surgimiento de nuevas iniciativas subversivas. Podemos hacer referencia tanto al fortalecimiento (pese al etnocidio, nunca interrumpido) de los colectivos indígenas y al fortalecimiento de la lucha LGBT, “secunda” [17], feminista y negra, como un acumulado de experiencias, urbanas y rurales (fiestas, huertas, conciertos, ocupaciones múltiples). Una periferia explotando en política, cultura. Un nuevo imaginario radical con tintas de autonomía de variadas intensidades. Podemos pensar en una cartografía salvaje conectando estas múltiples territorialidades: desde los territorios indígenas (que componen el 12% del país) a los llamados territorios tradicionales (quilombolas y otros) a los cuales se juntan ocupaciones de tierras, edificios, locales de trabajo, cultura. ¿Cómo conectar, fortalecer el apoyo mutuo de este tejido organizativo subversivo, sus territorialidades libres y conexiones en una infraestructura de la vida?
Transición. Dijimos anteriormente que el sistema político brasileño está en jaque desde 2013. Ello significa que un nuevo ciclo de luchas también se inicia en este contexto: del país y de la izquierda. El anterior (iniciado a finales de los años 1970 y del que los gobiernos petistas son un desdoblamiento institucional y moderado) produjo una serie de “entidades agregadoras” (Partido de los Trabajadores-PT, Central Única de los Trabajadores-CUT, MST y otras más). Hoy vivimos este nudo, un desafío de política-creación, de articulación de las diferencias que los dos frentes de partidos y movimientos existentes (Brasil Popular, encabezado por MST, CUT y PT, y Pueblo Sin Miedo, capitaneado por el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo-MTST) no consiguen concretar o sólo lo hacen de forma (infelizmente) bastante limitada –dejan luchas muy ricas por afuera.
En este contexto, Lula permanece como el principal personaje político del país desde 1989 y probablemente va continuar en este puesto por más tiempo, aunque no pueda ser candidato en las eventuales elecciones del próximo año. Político con mayor aprobación popular pese a todos los ataques, Lula muestra una excepcional resiliencia. Ayer y hoy, se presenta como problema y como solución. Ayer, ha personificado un punto de convergencia para gran parte de la izquierda y un punto de referencia para la población y los de abajo, pero también ha sofocado experiencias alternativas de esta misma izquierda. Hoy, puede todavía representar un freno al avance (¿en curso?) de la extrema derecha (su candidato, el diputado Jair Bolsonaro alcanza un 20% en las encuestas para las presidenciales) y contra el apetito arrasador de la restauración neoliberal; pero es también un problema, porque no parece tener en cuenta (y eso, a pesar de la candidatura para 2018) las nuevas subjetividades y aspiraciones ni presenta un esbozo de programa para las condiciones actuales. Termina, de esta manera, planteando la discusión en el terreno de las elecciones del 2018 y aún en una clave de debate empobrecida, que tal vez subestime los peligros de la coyuntura actual [18].
¿Cómo seguir en este momento? Esto implica, en mi opinión, múltiples dimensiones de (re)construcción y composición paciente y conjunta, sin atajos artificiales:
- Un nuevo programa, en el cual por lo menos tres puntos me parecen fundamentales: la defensa de la vida (o en fin de la necropolítica brasileña) y la descolonización del país, una radical reformulación del sistema político y una economía de lo común [19] –más allá del nacional-desarrollismo que muchas veces parece ser la única propuesta de la izquierda en este campo;
- Aliarse en cuestiones concretas, luchas puntuales y urgencias, alianzas pragmáticas para el fin de las matanzas, del encarcelamiento masivo, para el alivio inmediato de la pobreza, miseria y desempleo (que regresan con fuerza);
- Crear confluencias y coaliciones que articulen verdaderamente clase y diferencia. Parece que sus adversarios perciben mejor tales diferencias que las propias izquierdas – Huntington y sus socios temían el fortalecimiento de la participación, protestas y organizaciones de "negros, indígenas, chicanos, estudiantes y mujeres" y sus demandas/luchas en los años 1960 [20], mientras un diputado de Rio Grande do Sul, presidente del Frente Parlamentario de la Agropecuaria, considera que “quilombolas, indios, gays, lesbianas, todo que no sirve” estarían influyendo demasiado en el entonces Gobierno Federal de 2013 [21];
- Constituir más espacios de encuentro (territorialidades libres, existentes y por venir) y debates (revistas, medios variados, obras/películas/videos) –formación y auto formación.
Todo eso con la obsesión de llegar a las personas comunes, multiplicando las experiencias, esfuerzos y preguntas colectivas.
PD: Agradezco los comentarios de Sebastião Neto, Priscila Melo, Ramon Szermeta, Alana Moraes y Rita Natálio (de quién partió la idea de este texto).
Traducción por Hemisferio Izquierdo. Original publicado en http://www.buala.org/pt/vou-la-visitar/brasil-brasa-chama-algumas-notas-sobre-a-situacao-politica-brasileira
*Jean Tible es militante y profesor de Ciencia Política en la Universidad de São Paulo. Es autor de Marx Selvagem (Annablume, 2013; 2. edición, 2016) y co-organizador de Junho: Potência das Ruas e das Redes (Fundação Friedrich Ebert, 2014) y Cartografias da Emergência: Novas Lutas no Brasil (FES, 2015). Textos e libros disponibles en: https://usp-br.academia.edu/JeanTible
Notas
[1] http://www1.folha.uol.com.br/poder/2017/06/1895645-aprovacao-da-gestao-t... e http://www1.folha.uol.com.br/poder/2017/06/1895650-maioria-dos-brasileiros-pede-saida-de-presidente.shtml
[2] En el preciso paralelismo realizado por Ramon Szermeta: "Mientras que en Argentina en 2001 un martillo se abatió sobre todo el sistema representativo causando un terremoto y produciendo un efecto de castillo de cartas, en Brasil, al contrario, el efecto más se asemeja al de las polillas corroyendo diariamente y lentamente lo que aún había de la credibilidad de las instituciones en todos los niveles, en una acción que originalmente había sido programada para alcanzar exclusivamente al gobierno, su partido y su base de sustentación y se extendió alcanzando a todos "
[3] Respectivamente, actual Gobernador de São Paulo, del PSDB, e ex senadora y ex ministra, dos veces candidata a la Presidencia, de Rede.
[4] Respectivamente, expresidente de la Cámara de los Diputados y ex gobernador de Rio de Janeiro; ambos del PMDB e encarcelados.
[5] Senador y Presidente del PSDB, perdió la última elección presidencial para Dilma Rousseff.
[6] Sobre la Operación Lava Jato, vale mucho la pena leer de Bruno W. Reis “A Lava-Jato é o Plano Cruzado do combate à corrupção”. http://novosestudos.uol.com.br/a-lava-jato-e-o-plano-cruzado-do-combate-a-corrupcao/ (agradezco la recomendación de lectura de Vera Telles).
[7] Naomi Klein. A doutrina do choque: a ascensão do capitalismo de desastre. Rio de Janeiro, Record, 2008.
[8] http://www1.folha.uol.com.br/mercado/2017/05/1880026-71-dos-brasileiros-sao-contra-reforma-da-previdencia-mostra-datafolha.shtml y http://datafolha.folha.uol.com.br/opiniaopublica/2017/05/1880398-maioria-rejeita-reforma-trabalhista.shtml
[9] Actual presidente de la Cámara de Diputados, del DEM, primero en la línea de sucesión
[10] http://midianinja.org/guilhermeboulos/meirelles-e-a-falencia-da-democrac...
[11] Un joven “catador” negro, atrapado el 20 de junio de 2013 en Río de Janeiro por llevar dos botellas con productos desinfectantes en ese día de la mayor manifestación (en la que él no había participado). Fue condenado a más de cinco años de cárcel por estar portando esos productos peligrosos. Después de conseguir, debido a la progresión de la pena, salir de la cárcel con tobillera electrónica, la Policía Militar lo acusó, en otro episodio, de tráfico por porte de drogas. Fue condenado a 11 años de prisión. Sus abogados recurrieron y movilizaciones buscan impedir esa brutal injusticia. Para saber más, ver: https://libertemrafaelbraga.wordpress.com/about/, http://midiacoletiva.org/documentario-rafael-braga-o-homem-que-foi-condenado-por-porte-de-pinho-sol/ y http://outraspalavras.net/outrasmidias/destaque-outras-midias/na-historia-de-rafael-braga-retrato-de-nosso-judiciario-racista/
[12] Rafael Costa hace, en ese contexto, la siguiente colocación: "irónicamente, el ex presidente durante sus ocho años de gobierno tampoco visitó una vez ni siquiera un establecimiento penitenciario, o hizo observación contundente sobre la situación de la inmensa población negra encarcelada en condiciones sub-humanas o sobre cómo evitar que el brazo punitivo del Estado recaiga solamente sobre aquellos que no encajan en el patrón normativo de las élites”.
[13] http://www1.folha.uol.com.br/poder/2017/04/1879861-com-rejeicao-a-temer-de-61-85-defendem-eleicao-direta-diz-datafolha.shtml
[14] Sobre esa protesta en Brasilia, ver los relatos de Gavin Adams (https://urucum.milharal.org/2017/05/24/historia-em-pedacos-brasilia-24-de-maio/) y de Henrique Rocha (https://m.facebook.com/henrique.rocha.9404?fref=nf&refid=52&__tn__=C-R).
[15] En relación a este cuestión, una buena entrevista del coordinador do MTST, Guilherme Boulos: https://www.conversaafiada.com.br/tv-afiada/boulos-a-revolta-e-subterran...
[16] El 25 de julio, el MST protagonizó la Jornada de Lucha por la Reforma Agraria, a partir del lema "¡Corruptos, devuelvan nuestras tierras!", ocupando haciendas de un amigo y asesor de Michel Temer, de Ricardo Teixeira (ex presidente de la Confederación Brasileña de Futbol) y la Base de Alcántara, en Maranhão, respecto de la cual el gobierno golpista negocia uso por EEUU: https://www.brasildefato.com.br/2017/07/25/mst-realiza-serie-de-ocupacoes-durante-jornada-nacional-de-luta-pela-reforma-agraria/
[17] Sobre el movimiento “secundas” ver: http://www.teoriaedebate.org.br/index.php?q=materias%2Fsociedade%2Fsecundas-desobediencia-e-organizacao y http://casadopovo.org.br/files/2016-10/nv-2016-final-dupla-baixa.pdf
[18] Leer el interesante análisis de Juarez Guimarães: https://www.sul21.com.br/jornal/nao-ha-nada-mais-desmobilizador-hoje-do-que-2018-entre-nos-e-2018-ha-um-abismo/ (agradezco la recomendación de lectura a Josué Medeiros)
[19] Un ejemplo tal vez pionero que se acerca a esto, desde Ecuador, FLOK/Buen conocer: modelos sostenibles y políticas públicas para una economía social del conocimiento común y abierto en Ecuador. http://book.floksociety.org/ec/
[20] Michel Crozier, Samuel P. Huntington e Joji Watnuki. The Crisis of Democracy: report on the governability of democracies to the Trilateral Commission. New York University Press, 1975 (p. 61).
[21]http://g1.globo.com/rs/rio-grande-do-sul/noticia/2014/02/em-video-deputado-diz-que-indios-gays-e-quilombos-nao-prestam.html