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  • Pedro Carrano*

El rol de los medios de comunicación en Brasil


Ilustración: "O macaco rico", de J. Borges

¿Cuál es el rol de los medios de comunicación en el escenario político brasilero?

Pensamos, entre los movimientos populares que luchan por un Proyecto Popular para Brasil, que los medios de comunicación jugaron un rol central en el golpe de Estado que sufrió el gobierno de Dilma Rousseff (PT) en 2016.

La narrativa de los cerca de ocho grupos empresariales que controlan la comunicación en nuestro país no tiene identidad con la nación, no desean un proyecto autónomo, industrial, nacional y popular. Por el contrario, representan nétamente los sectores del capital financiero, del agronegocio y además defienden la aplicación de un programa neoliberal como sucede en México, Peru, Colombia, etc.

Con la fragmentación, deslegitimación y fragilidad social de los partidos institucionales, los medios cumplieron un papel organizador del golpe pasada las elecciones del 2014. Basta sólo recordar que la Rede Globo destinaba un largo espacio de su cadena para seguir las manifestaciones en contra del gobierno, concentrándose en esto, una cobertura que a su vez también cumplia la tarea de articular la clase media para salir a la calle. Por el contrario, las protestas en defensa del gobierno, que también reunian, en varias fechas, un gran número de personas, no tenían ningún espacio en los medios.

Estos medios son empresas que pertenecen a las mismas familias, que son dueñas de distintos medios (radio, TV, periódicos) en lo que se suele llamar de “propiedad cruzada” de los medios de comunicación. Por eso, los medios están concentrados en manos de grupos cercanos al agronegocio y además de familias tradicionales y de las élites.

Criminalizan los movimientos sociales en el campo, que luchan por mejor distribución de tierras. Pero en esta década, entre 2003 y 2016 criminalizaron sobretodo al movimiento sindical y obrero que volvió en este período a hacer huelgas y movilizarse. La orientación de los medios es de siempre criticar a los sindicatos y ocultar las razones de un paro o huelga. Los sindicatos son retratados como un lugar de “burócratas” de forma permanente.

¿Cómo se construye en la situación actual comunicación alternativa?

Las alternativas son tímidas aún, pero hay experiencias importantes en las redes sociales, aunque no se tenga todavía un portal articulador de todas las muchas experiencias de periodismo alternativo como: Rede Brasil Atual, Brasil de Fato, Brasil 247, Jornalistas Livres y algún otro blog progresista.

La experiencia de Brasil de Fato que se construye desde 2003, hoy contiene sitio, radio agencia y además periódicos de distribución en los departamentos de Rio de Janeiro, Minas Gerais, Pernambuco y Paraná. En diciembre del 2016, calculamos que teníamos en todo el país 500 mil copias mensuales del periódico, lo que es poco para Brasil, pero todavía no hay otra experiencia como esta, de un periódico que no sea de sólamente un pequeño agrupamiento, sino que busque comunicarse con toda la izquierda y movimientos sociales. Tenemos la posibilidad de ediciones masivas en campañas o fechas de lucha específicas, pero en general estamos con números abajo si comparado a las ediciones impresas diarias de medios comerciales y nacionales, como Folha de São Paulo, O Globo y Estado de São Paulo, que son medios empresariales. Estos medios también viven una crisis de ventas y pensamos que en este escenario la comunicación de izquierda puede buscar ampliarse y conquistar un espacio.

Falta articular además experiencias de TV web, comunitarias o universitarias que existen en todo el país, articulando contenidos nacionales.

Otra cuestión importante que está generando más discusión recién es cómo articular la comunicación de los trabajadores desde los sindicatos, que deben ayudar, desde brindar un soporte financiero hasta la articulación de contenidos y trabajo de concientización con sus bases sociales. Entonces, tenemos el reto de superar en esto caso el modelo coorporativo, conscientes de que solamente las organizaciones de los trabajadores pueden sostener en un largo plazo la comunicación popular. Todas las demás iniciativas de financiamiento son buenas, pero lo que garantiza la bases de los proyectos nos parece que es este principio. Esto estamos aprendiendo con la experiencia de cuatro años de ediciones de Brasil de Fato circulando en las calles.

No podemos rechazar ninguna herramienta de comunicación. Tenemos que hacer un periodismo de gran calidad para estar a altura de buenos materiales que hoy son producidos de forma independiente en las redes. Tenemos aún que articular mejor lo que es comunicación con la preocupación, con la cultura y con aspectos de la vida popular.

Estos son los retos que todavía la comunicación popular y de los trabajadores tiene por delante.

* Pedro Carrano es integrante de la coordinación de Brasil de Fato Paraná e integrante del Frente Brasil Popular.

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