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  • Hemisferio Izquierdo

"El principal desafío de los sindicatos de la educación hoy es la producción de pensamiento crí


Hemisferio Izquierdo (HI): En pocos años hemos pasado del "debate educativo" al discurso de la "crisis de la educación" que centra su análisis en que, más allá de los aumentos de recursos, la educación no ha mejorado en absoluto y no se encuentra a la altura de los desafíos del Uruguay del SXXI. ¿Qué tan atinado es el discurso de la "crisis educativa"? ¿Cuáles son los principales desafíos que tiene por delante el sistema educativo en Uruguay?

Carina Benoit (CB): Todo sistema educativo, si bien tiene sus lógicas propias, está inserto en un orden socioeconómico determinado que lo permea. Lo primero que hay que señalar acerca del discurso de la “crisis de la educación” es que, con él, tiende a interpretarse que algo anda mal en la educación como si ello fuese responsabilidad exclusiva del propio sistema educativo, y eso no es así en absoluto. Las condiciones materiales de vida de estudiantes y docentes inciden fuertemente en lo que sucede en los procesos de enseñanza - aprendizaje.

Los problemas de vivienda, alimentación, vestimenta y trabajo de miles de jóvenes, así como el multiempleo docente al que conducen salarios que no permiten un ejercicio profesional de la tarea, no habilitan correctos desempeños. Esto no significa que no pueda hacerse nada por mejorar el actual estado de la educación desde los propios centros educativos. Pero el discurso de la crisis educativa no es neutro, no es una descripción imparcial, y tiende a invisibilizar la responsabilidad que sobre la educación tienen diversos actores, en particular quiénes gobiernan.

La masificación del discurso de la “crisis de la educación” debe ser interpretado, pues, como una fuerte campaña de desacreditación de la educación pública, llevada adelante, precisamente, por varios de los responsables de su estado actual: partidos políticos, empresarios, financistas (que en algunos casos se hacen pasar por sindicalistas), medios de prensa, comunicadores sociales e intelectuales de dudosa formación académica. ¿Cuál es el objetivo de esta campaña de desacreditación? Hacer recaer sobre los centros educativos, en especial sobre los docentes, todo lo que se supone funciona mal, para hacer posible la implementación de la reforma de corte neogerencial (de matriz neoliberal) que promueven las autoridades de la educación, el gobierno que las designó, y organismos internacionales de crédito como el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

¿Qué se persigue con esta reforma? Básicamente mercantilizar los formatos y conocimientos que se proponen a los estudiantes, recortando para ello lo que queda en pie de la tradición científico-humanista, promovida hasta los 60’ por los Estados de bienestar para satisfacer las necesidades socioeconómicas de entonces. La necesidad de resistir la ofensiva reformista neogerencial conduce muchas veces a las organizaciones sociales a mantener viejas conquistas. Y eso puede ser lo más inteligente desde un punto de vista táctico. Pero no debemos olvidar que, si lo que deseamos es una profunda transformación social basada en los principios de justicia y libertad, es ineludible abocarse a la generalmente postergada construcción colectiva de alternativas pedagógicas.

HI: El discurso de la "crisis educativa" ha venido acompañado de una suerte de "culpabilización docente", que ubica a éstos, y principalmente, a los sindicatos de la educación, como los principales responsables de los problemas educativos. ¿Cuáles son los desafíos de los sindicatos de la educación hoy?

CB: El principal desafío de los sindicatos de la educación hoy es la producción de pensamiento crítico que nos permita intercambiar y reflexionar sobre nuestras prácticas docentes y nuestras condiciones de trabajo. La fuerte campaña proselitista en favor de la reforma educativa neogerencial ha logrado congregar a buena parte del establishment académico, muchos de ellos con chapa progresista y discursos favorables a la privatización, las políticas educativas guetizantes y una salvaje flexibilización laboral.

Así, la producción intelectual sobre cuestiones de educación es en su enorme mayoría de signo burgués. Por ello, se hace impostergable la desmercantilización de la producción académica desde la especificidad de nuestra labor docente (condición que excluye a la mayoría de los fraudulentos expertos que diariamente inundan con sus salvíficas recetas a diarios, radios y canales de televisión). Debemos generar espacios colectivos que ubiquen en el centro de su reflexión el sentido que ha adquirido la educación para las autoridades y el valor social de la profesión docente.

HI: ¿Cuál es y cuál debería ser la estrategia sindical para contribuir a resolver los problemas educativos del país?

CB: En sintonía con lo hasta aquí expresado, entiendo que la estrategia sindical debe orientarse en tres direcciones complementarias:

a. la resistencia a la ofensiva reformista neogerencial (adoptando las medidas de lucha que sean necesarias contra toda iniciativa que atente contra la tradición científico - humanista, las exigencias para lograr el pasaje de grado y los derechos laborales); b. la lucha por la mejora de las condiciones de trabajo, que comprenda, aunque sin limitarse, el aumento salarial. c. la generación de espacios de debate y producción crítica que nos permitan no sólo refutar los argumentos de los tecnócratas de moda (cosa no muy difícil), sino comenzar a generar experiencias pedagógicas comprometidas con una transformación social superadora del capitalismo.

*Carina Benoit. Profesora de Sociología y Derecho y Profesora Adscripta. Militante de ADES Montevideo. Agrupación Ferrer i Guardia

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