Ilustración: Matías Larrama
Nos encuentra agosto. Otra vez la educación en el tapete. Otra ola de promesas incumplidas, otra rendición de cuentas en la que la magia de los números se desvanece ante todo lo que nos falta.
Hace un año publicábamos nuestro número sobre la crisis educativa, titulado "Educación: de la crisis recurrente al proyecto alternativo". Nuestro propósito era claro: salirnos del tratamiento de tipo escandaloso de la crisis educativa, trascender los diagnósticos tecnocráticos y apostar, en la medida de nuestras posibilidades, al debate político-pedagógico sin perder de vista la totalidad. Es decir, pensar los problemas educativos en las complejas interrelaciones entre sociedad, economía, cultura, política y educación. Desde entonces - desde antes - ya se podía identificar con claridad que buena parte del discurso "reformador" había sido hegemonizado por una prédica neoconservadora, cuya apuesta central tiene como ejes la privatización y mercantilización de la educación, ubicando a los docentes (y sus sindicatos) como principal escollo a sortear.
Con esta separata procuramos dar un paso más e intentar responder a los principales ejes discursivos y programáticos del reformismo educativo neoconservador. Por un lado, aportando análisis sobre algunos fenómenos emergentes vinculados a la privatización educativa. Particularmente, las escuelas públicas de gestión privada como son los casos de los liceos Impulso y Jubilar, entre otros. Por otra parte, para evitar reproducir los discursos educativos que excluyen e invisibilizan a nuestro profesorado, quisimos esta vez darles la palabra a la pluralidad de voces en el cuerpo docente que conviven, discuten, construyen y también disputan los sentidos de la educación en nuestro país. Son docentes y trabajadores de la educación los principales autores del número que aquí presentamos.
Publicamos esta separata un 1º de agosto, día del docente detenido-desaparecido. La fecha recuerda la detención del maestro Julio Castro, un 1º de agosto de 1977. Maestro e intelectual de proyección latinoamericana, Julio Castro fue secuestrado, torturado, asesinado y desaparecido por la dictadura uruguaya. Sus restos fueron encontrados en 2011. Sus asesinos continúan impunes. En esta separata lo recordamos con un texto de nuestro querido Maestro Miguel Soler Roca, en el que presenta el pensamiento y la obra pedagógica de Castro, y dimensiona su importancia en Uruguay y América Latina. En el recuerdo de Julio, va también el homenaje a Elena, Nibia y a todas y todos los docentes, estudiantes y luchadores sociales que pelearon, pelean y pelearán con nosotros por una educación distinta, en una sociedad diferente a la que hoy prevalece.