Imagen: Molina Campos
Cuando me hablaron de que usted conocía “troperos” trajeron uno de los diarios estos donde escribe pa' que le mande algo. Me voy a presentar, diciéndole que entre tantos oficios he sido peón puntero, así que entendimos clarito los “Troperos de bota e' goma” y veo que usted es un gran observador de la indiada.
Pero vaya casualidad de nombre y entendimiento... ¿ y usted no será Dos Santos de apellido?. Nos preguntamos con Rojas. Mire que usted si es o si fuera, era un bravo en rodeo ajeno, aunque lo pialó la época brava del país, y no volvió más por estos rincones: Buenaventura Dos Santos…
Pero si no es usté, le cuento...que el capataceó la República Socialista de Come Caballos. No habrá escuchado usté que una guelta hasta salió un libro que le decían RSCC o algo así, disculpe mi falta de memoria, son los años, vió…
Ahora si usté es Dos Santos, ¡mi madre!, debe andar por los cien años ¡Granpasión…!
Si recuerda o no sabe, Don Rojas sigue de vecino por acá. Ya no ve, pero ¡ sí que tiene memoria¡. Es como un motor viejo, le cuesta arrancar, pero después no lo deja de a pie:
- Mire que el hombre sea decidido y de mundo, pregúntele si tenía un moro y qué fue de la Morocha Soledad
- Voy a descubrir, le dije
Y ahi me puse a descburir, encontré unas cartas suyas que hablaban de Fidel y de un tal “Santos”…
- ¿No será Dos Santos disimulando?. Don Rojas, el que escribe debe ser “Don Buena” se dice de “Santos” pa hacernos un acertijo.
- Disimular, como aquel día que emborrachó al Comisario y lo puso de preso…
- Pare, pare Don Rojas, no levante la perdiz, que creo que no es el mismo porque dice aca “Si-mu-la-do-res”…
-Ah, tonces no, esos son los políticos, que se pasan simulando...especialistas en mentir y hacer plata.
-¿Y ustedes como hicieron aquel día?
- Don Buena hacía una alcancía popular, porque mire: los pingos (pa tropear la gente que salía del baile hasta la plaza del pueblo) los donó el estanciero Fillipini, y las tres damajuanas de vino Don Antonio Cabrera...
- Salió barata la ronda.
-No fue muy “larguera” la cosa.
- Revolución sí decía mi abuelo, pero de doce horas siempre le contestaba la abuela.
- “Compañeros, compañeros, los lazos con el gobierno quedan cortados, vamos a concedernos el derecho de cuidarnos a nosotros mismos; nace aquí la RSCC y que los terratenientes tiemblen. ! Tiemblen maulas ¡ que el fantasma de la justicia anda suelto por ahí”, recordaba letra por letra Don Rojas…
Luego empezó a emocionarse este viejo Canelón, y se metió en su cueva, seguramente amargueando... Yo prendí el Peruano y me ladió el viento aquella copla familiar:
“se podrá dialogar de la naturaleza, de pastos y potros... pero jamás querer penetrar en el secreto corazón de un criollo y enlazar de un solo golpe su más íntimo sentimiento...”
Rumiando ya en el catre me hablaba solo... mañana cuando lo vea le voy a ir a prosear pa' contarle lo que descubrí: pagó la pena en este pueblo medio día de verdá entre tantos años de mentiras.