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Una mirada a la situación actual del conflicto estudiantil en Chile: entrevista a Gabriel Iturra (Fe


Hemisferio Izquierdo: En los últimos años el movimiento estudiantil chileno ha sido una referencia continental como ejemplo de lucha y capacidad de movilización en contra del neoliberalismo educativo y en defensa de la educación pública. ¿Cual es la situación actual del movimiento estudiantil universitario en Chile?

Gabriel Iturra: Ya son varios años desde que los primeros estudiantes de esta generación salieron a la calle, repletamos las principales avenidas del país con gritos y consignas bastante claros: “acabar con la educación de mercado, educación gratuita, pública y de calidad, además de acabar con el lucro”.

La llegada al gobierno de Michel Bachelet, prometió entre otras medidas acabar con el lucro y alcanzar la gratuidad universal para todos los estudiantes, pero ya trascurrido más de la mitad de la gestión de este gobierno, solo quedó en promesas inconclusas, mentiras y anuncios tergiversados. Nuevamente los estudiantes salimos a las calles en este año 2016, más de 40 universidades paralizadas en toma y en paro, más de 250 liceos a lo largo del país se tomaron sus instalaciones exigiendo una verdadera reforma educacional, mas no la que presenta este gobierno.

En el conflicto universitario el panorama es igual de complejo, el gobierno partió prometiendo una cobertura de gratuidad dentro de este periodo hasta el 80 % de los estudiantes más pobres del país, tras unos meses redujo la cifra a 70 % y así consecutivamente llegando a menos de la mitad de los estudiantes con posibilidad de no endeudarse para ingresar a la educación superior. Bachelet ingresa al congreso un proyecto de reforma a la educación superior que mantiene los pilares neoliberales que hoy existen en la educación chilena. Se mantiene el CAE (Crédito con Aval del Estado) mediante el cual el Estado entrega dinero a la banca privada que a su vez le “presta” dinero al estudiante para poder estudiar, manteniendo cifras de intereses usureros (2%) produciendo la situación de endeudamiento prácticamente de por vida, llegando incluso a 20 años desde que un estudiante egresa y se titule, sigue pagando su préstamo universitario.

No se acaba el lucro, de hecho se permite en los CFT e IP (Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales) y en las universidades si bien se prohíbe el lucro en términos genéricos, en la práctica no hay sanción de cárcel para aquellos dueños de universidades que le roben el dinero a estudiantes, solo multas administrativas.

Las universidades seguirán teniendo gobiernos y autoridades sin elección democrática, los estudiantes no tenemos incidencia en términos de la elección de autoridades como el rector, junta directiva, entre otros. Y para que hablar, del modelo neoliberal, del carácter estructural de la educación pública que en Chile con esta reforma parece claramente no desaparecer.

En síntesis, esta reforma mantiene las lógicas de mercado, no otorga gratuidad universal, mantiene el lucro, y solo beneficia a los mismos de siempre, a los empresarios de la educación a los dueños de liceos y universidades que en Chile concentran la tasa más alta de cobertura en educación.

Ante este panorama los estudiantes de Chile hemos decidido rebelarnos, no permitiremos una reforma parcelada, hecha entre cuatro paredes, por los mismos de siempre, que no se nos consultó y simplemente la clase política prefirió omitirnos. Este parece ser un conflicto sin solución por el momento, y no dudaremos un solo momento en salir a las calles a exigir lo que es de nosotros, lo que es del pueblo, lo que es de la mayoría de los chilenos, una educación pública, gratuita y de calidad.

* Gabriel Iturra es presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Central (Feucen) de Chile.

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