Imagen: Promethea Echenique
Hemisferio Izquierdo (HI): Este 8 de marzo se plantea un nuevo Paro Internacional de Mujeres (PIM): ¿cuál es balance de las movilizaciones del año pasado y qué desafíos representa este segundo PIM para el movimiento de mujeres y LGTB en Suecia?
Promethea Echenique (PE): Aquí en Suecia no hemos visto la necesidad de hacer paro, ni el año pasado ni este. Hay que tener en cuenta que estamos en una situación muy diferente, con un movimiento feminista de más de 300 años de historia que ha logrado grandes avances hacia la igualdad de derechos reales, aunque también queda mucho trabajo por hacer. Por dar un poco de contexto, la discusión de "educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir", con el agregado de planes sociales para no verse en la obligación de abortar, es tema saldado desde hace más de 40 años. De ocho partidos políticos, cuatro son actualmente liderados por mujeres (incluyendo partidos de derecha), y tenemos un partido feminista (Feministiskt Initiativ, Iniciativa Feminista) creciente, con representación en el Parlamento Europeo y en varios concejos municipales. La violencia de género es insignificante en comparación con otros países (aunque los números parezcan inflados por el hecho de que casi todos los casos se denuncian y cada instancia de cuenta por separado, lo que los partidos de derecha intentan aprovechar para promover su narrativa xenofóbica).
Teniendo en cuenta esta situación, hacemos un balance muy positivo de las marchas del año pasado, en las que, junto con el gran empuje a nivel internacional, se consiguió traer luz a la discusión sobre abusos sexuales de diferente grado, llevando a que cada vez más instituciones (públicas, privadas y civiles) tomen una postura al respecto, y que más hombres tomen consciencia del impacto de sus acciones.
Este año marchamos por la positividad corporal, por cortar con la obligación de que nuestros cuerpos encajen en ideales patriarcales. Dentro de esta consigna, incluimos explícitamente los cuerpos de personas trans, tanto binarias como no binarias. Esta elección es, en sí, un gran desafío. Hablamos de una deconstrucción muy importante, y de tipos de cuerpos que rompen muy fuertemente con la normativa, y por lo tanto generan gran resistencia, en la sociedad en general, pero también dentro del propio movimiento.
HI: El PIM incorpora en su convocatoria a lesbianas y trans, ¿cuál es la importancia política para el movimiento feminista y de mujeres que estas voces sean reconocidas? ¿Qué estrategias y particularidades plantea llevar adelante una huelga de mujeres, lesbianas y trans?
PE: No es posible un movimiento feminista que no incluya a todas las mujeres. Si sólo se lucha por los derechos de mujeres blancas, heterosexuales y cisgénero, ese movimiento no es feminista, sino racista, homofóbico y transfóbico. Para lograr la verdadera libertad es imprescindible romper totalmente con las normas que nos oprimen.
No puedo hablar sobre qué estrategias se deberían seguir para una medida que acá no estamos tomando. Pero puedo decir que es importante incorporar a mujeres trans, bisexuales/lesbianas y de color en la discusión de la construcción de estas estrategias. No pretender hablar por quienes tenemos experiencias diferentes y sufrimos adicionalmente por otros ejes de opresión, sino darnos el espacio para hablar por nosotras mismas y llevar la discusión a las problemáticas que nos afectan. A la hora de decidir un paro o una huelga, se debe tener en cuenta que no es una medida viable para aquellas con trabajo informal, situación en la que nos encontramos desproporcionadamente más las mujeres trans y de color. Para muchas es imposible adherir, mientras que otras precisan de un apoyo adicional de la comunidad para poder hacerlo.
HI: ¿Sobre qué elementos políticos crees que el movimiento feminista y de mujeres puede unificarse para fortalecer la lucha de las mujeres, lesbianas y trans sobre todo en su dimensión internacional?
PE: Quizás me repito un poco, pero como mujer trans, queer, obrera, inmigrante y racializada, no puedo dejar de resaltar la importancia de la interseccionalidad, de trabajar sobre todos esos ejes. Hemos de tener presente que no somos un monolito, y que la misoginia, la transfobia, la homofobia, el clasismo y el racismo, son caras de la misma bestia que debemos combatir, en todas sus formas, aunque no nos afecten de manera directa. Para fortalecernos tenemos que trabajar juntas, tanto a nivel local como internacional, escucharnos, apoyarnos, compartir experiencias y recursos para poder atender a las necesidades más urgentes.
* Promethea Echenique es uruguaya, militante, comunicadora, educadora, radicada en Suecia desde 2016, donde colabora con la Federación Sueca por los Derechos LGBTQ (RFSL), Interfem y la Oficina Antidiscriminación de Uppsala, coordinando grupos de apoyo, brindando asesoramiento a solicitantes de asilo LGBTQ, y dictando talleres sobre derechos en el sistema de salud y discriminación. Desde 2015 mantiene en YouTube el canal Tyrannosaurus Girl donde informa sobre transexualidad.