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Sofía Taranto*

Encuentro de Mujeres de Uuguay: repercusiones y balance


Ilustración: Laura Becerra

“Yo canto buscando la libertad Yo canto para hacerla realidad” Olga Azikian

Resistir creando, creciendo como semilla

En momentos históricos como éste caracterizado por la vertiginosidad del tiempo, la violencia y el descarte, resistir creando es esencial. El 1er EMU (Encuentro de Mujeres del Uruguay) fue una semilla que venía germinando de otros encuentros que nos convocan desde nuestras historias como mujeres en espacios comunes: las alertas feministas, las marchas, las asambleas, los encuentros de mujeres, especialmente la experiencia de Argentina con el ENM (Encuentro Nacional de Mujeres) que se viene realizando ininterrumpidamente hace 32 años. Fue así que inspiradas en estas y otras experiencias latinoamericanas nos organizamos para darle vida al 1er EMU que se realizó el 3,4 y 5 de noviembre de 2017 con luna llena. El contexto fue la tierra fértil necesaria para el movimiento: las mujeres se mueven en todo el mundo, la lucha es internacional con tono propio en cada lugar, no quiere ser cooptada sino que es atrevida, se revela ante un sistema de múltiples opresiones que ya no queremos soportar (ni sostener). Desilusionadas de la violencia de hombres que no aceptan un “No”, que acosan, que agreden y matan. Dolidas por las que ya no están, movilizadas por las que no sabemos donde están y por todas las violencias cotidianas que son parte de un mismo espiral. Movidas por el enojo pero también por el deseo de transformar y por esa utopía de la libertad abonando nuestra tierra.

Autonomía, autogestión, horizontalidad y escucha respetuosa fueron los pilares organizativos que nos permitieron llevar adelante un Encuentro lleno de contenido vivo, ardiente y transformador. “Todas las voces todas las mujeres” fue la consigna que elegimos para recordarnos la importancia de la escucha, de la apertura, de la accesibilidad en todos sus aspectos, de recordarnos que también hay mujeres allí donde no se las ve, en las cárceles, en hospitales psiquiátricos, con voz, con mucho para compartir en este encuentro.

Muchísimas son las temáticas que nos convocan como mujeres, por ello el programa del EMU intentó reunir en Rondas todas las temáticas que nos atraviesan como mujeres y que por el hecho de serlo impactan de manera más profunda en nuestras vidas: nuestras sexualidades, nuestra diversidad étnica-cultural, nuestro cuerpo, la maternidad, los estereotipos, los abusos, la explotación, los feminicidios, la violencia intrafamiliar, el aborto y la ley de interrupción voluntaria del embarazo en Uruguay. También la situación económica del país, su impacto ante una creciente feminización de la pobreza, la privación de libertad, la educación, la salud, el trabajo, la representación de la mujer y el machismo al interior de los partidos políticos y organizaciones sociales. También nuestra situación actual de derechos humanos, nuestra relación con el pasado reciente, la influencia de los medios en nuestras vidas, las mujeres en los medios, las mujeres en el arte y su potencial transformador. Ninguno de estos temas se agota en una Ronda de tres instancias presenciales, lo más importante es el encuentro, generarnos el espacio para pensarnos, escucharnos, vernos, narrarnos y crecer como semilla con toda esa fuerza.

Las propuestas artísticas fueron tan importantes, tan diversas como las Rondas, son otra forma de intercambio, de expresión y resistencia. Nos encontramos desde múltiples lugares,“empodero cada calle, cada plaza, cada esquina” cantaba en la plaza Seregni María Femcee, una de las artistas que participó en el EMU. También participaron murgas que este año hicieron el 1er Encuentro Nacional de Murgas de Mujeres, artistas que se conocieron en el ENM se reencuentran en Uruguay, teatro, poesía, rock, hip hop, cumbia, candombe, performances, danzas y alegría forman parte de esta manifestación. No montamos escenarios, preferimos la arquitectura de la ciudad y de las facultades. Las artes plásticas, pinturas, dibujos, artesanías, fotografías realizadas por mujeres decoraban los espacios. Al finalizar, marchamos juntas entre bombos, megáfonos y abrazos, leímos una proclama de forma colectiva y bailamos al ritmo de los tambores porque estamos juntas, poniendo el cuerpo.

Nos encontramos para resistir pero también para ver que no estamos solas, para pensar ¿qué hacemos con todo esto que hablamos en Rondas o expresamos a través del arte? Vamos tejiendo redes, reconociéndonos entre mujeres, buscando los sentidos, las líneas de fuga y de acción. Vamos también buscando en la historia la lucha de todas las mujeres que dejaron en su momento la semilla para que el movimiento sea lo que es hoy, traerlas y conversar con ellas para proyectarnos: no empezamos desde cero, somos históricas, hacemos historia. Por eso nos encontramos, para reconocernos y porque queremos cambiarlo todo.

¿Qué implicancias tuvo y tiene para el movimiento de mujeres en su conjunto?

Los encuentros entre mujeres siempre dejan semillas que se van con cada una a un lugar del territorio, esas semillas quedan germinando y en una suerte de conexión original van germinando juntas generando nuevos encuentros, nuevas perspectivas, nuevas formas de resistir creando. Una de las formas más claras es la creación de nuevas colectivas de mujeres que se conocieron en las Rondas de Intercambio encontrando un camino conjunto, por ejemplo de la Ronda de “Mujeres y defensa de los bienes comunes” se formó una colectiva “Somos Cuerpo y territorio” mujeres de diferentes departamentos que de forma creativa –activa busca resistir el modelo extractivista del agronegocio, actualmente está apoyando la campaña de recolección de firmas para derogar la ley de riego para uso agropecuario y también creando a través de escritura, fanzine, radio. De forma similar, otras Rondas como“Mujeres y cuerpo” también siguieron en contacto y armaron plataformas donde se comparte información, guías, libros, diferentes archivos.

De la batucada que se formó para darle sonoridad y rebeldía a la Marcha del EMU, hoy somos compañeras, amigas que salimos a las calles, hacemos nuestros instrumentos, las canciones, nos acuerpamos y salimos a cantar, porque estamos juntas resistiendo, creando. Otros vínculos, tal vez menos visibles pero no por ello menos potentes, se siembran en los encuentros floreciendo o dando frutos a su manera, esparciendo más semillas: los equipos de cobertura solidaria, mujeres artistas que crean lazos y proyectos compartidos o mujeres que se suman a colectivos/colectivas que ya están activas.

Recientemente recibimos el mensaje de compañeras de Portugal contándonos que inspiradas en la experiencia de los encuentros de mujeres en Latinoamérica se va a hacer el “Encontro de Mulheres 2018” en Porto con la consigna “Todas as voces contam”. Implica multiplicar en un sistema que insiste en dividir, crear en un sistema que insiste en destruir la tierra, las redes, los cuerpos.

¿Qué sigue?

¡Más encuentros! Desde el principio soñamos un primer encuentro y lo llamamos así convencidas de que habrá muchos más. Soñamos que podría recorrer el país evitando centralizarse y extender cada vez más la participación de las mujeres, incluso de que fueran otras mujeres quienes se organicen en el territorio para darle vida al Encuentro año tras año. Soñar en estos tiempos es tan necesario como crear. Fue así que convocamos a una Ronda extra luego de las conclusiones y previa a la marcha del EMU para decidir cómo seguiría creciendo ésta semilla, ya no podíamos decidir desde la organización: el Encuentro no tiene propiedad y en su autonomía seguirá creciendo si así lo riegan las futuras organizaciones. En esta Ronda las mujeres que participaron del encuentro propusieron diferentes departamentos del país con diferentes argumentos y juntas tomamos la decisión: Maldonado será la sede del 2o EMU, seguirá creciendo de la mano de las compañeras que en este momento están preparando el 8M con actividades durante toda la semana en el departamento, convocando a otras mujeres, tejiendo redes.

Sigue ampliar el programa nutriéndonos de esta primer cosecha, con todos los aportes que este 1er Encuentro dejó, las voces de mujeres de los pueblos originarios, de mujeres afro, de mujeres migrantes, de activistas de derechos humanos, de lesbianas, de trans, de voces disidentes, las voces de todas las mujeres. Sigue multiplicar los encuentros, resistiendo las violencias machistas, institucionales, estatales y construyendo a su vez el mundo que queremos vivir.

 

* Estudiante de psicología de la UdelaR, realiza su estudio final de grado sobre el impacto social de la plana de celulosa de UPM en Fray Bentos. Fue vocera de la Comisión por un Canelones libre de Soja Transgénica y del 1er Encuentro de Mujeres del Uruguay. Realiza talleres sobre género, medio ambiente y sustentavilidad.

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