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  • Hemisferio Izquierdo

DesTRAVAndo el cis-tema. Entrevista a Josefina González*


Hemisferio Izquierdo (HI): Este 8 de marzo se plantea un nuevo Paro Internacional de mujeres, lesbianas y trans ¿cuál es balance del paro y la multitudinaria marcha del 8 de marzo pasado y qué desafíos representa este segundo paro para el movimiento de mujeres y LGTB? ¿Cuáles son los ejes fundamentales de su convocatoria?

Josefina González (JG): La pasada multitudinaria marcha del 8M en Montevideo así como las desarrolladas en los departamentos de todo el territorio nacional nos llenó de energías y abrazos de hermanas que damos la pelea desde diversos frentes y espacios de participación político-social. Por segundo año se desarrolló a su vez el Paro Internacional de mujeres -PIM-

Las reivindicaciones a nivel internacional son diversas como diversas somos las mujeres o las diferentes formas de habitar lo femenino, pero comunes como las violencias que sufrimos. El paro es un llamado internacional a decir ¡Basta!

Basta de ser asesinadas, violadas, estigmatizadas, explotadas, vulneradas.

Basta de ser las que sostenemos los cuidados, las crianzas y los quehaceres de la casa.

Basta de ser objetos sexuales, acosadas, hipersexualizadas, mercantilizadas.

Basta de no ganar lo mismo que un varón desempeñando cargos o tareas similares.

Basta de no estar en lugares de toma de decisiones, de seguir siendo las eternas secretarias.

Basta de que la gran mayoría de nosotras seamos confinadas a los servicios o la prostitución.

La lista es mucho más larga y se complejiza a medida que vamos profundizando sobre las diferentes formas de opresión que nos atraviesan, colocándonos en diversos lugares con diferentes herramientas de lucha contra un sistema hetero-patriarcal que nos oprime a todas. El paro es un llamado a dejar de producir y consumir para dejar en evidencia que todo ese engranaje capitalista que genera y sostiene las desigualdades lo sostenemos todas y todos pero que las mujeres – y todas las formas de habitar lo femenino- somos capaces de pararlo para transformarlo.

El desafío es y será repensarnos para construir otras lógicas de funcionamiento, de desarrollo social de nuestras mujeres y niñxs, donde el poder no esté en manos de las masculinidades hegemónicas que han sabido heredarnos e imponernos tanto daño y dolor.

HI: El PIM incorpora en su convocatoria a lesbianas y trans, ¿cuál es la importancia política para el movimiento feminista de que estas voces sean reconocidas? ¿Qué estrategias y particularidades plantea llevar adelante una huelga de mujeres, lesbianas y trans?

JG: El hecho de que el PIM como plataforma feminista incorpore las voces de otras mujeres – otras formas de habitar lo femenino- da cuenta de que como movimiento, como corriente de pensamiento, estamos trabajando fuertemente para construir un movimiento de feminismos inclusivos y diversos.

Las tortas, las travas- trans, las afrodescendientes, las discapacitadas, las migrantes como formas expresivas diversas de los femenino, nos hemos venido incorporando en la agenda de los feminismos aportando nuestra critica como nuestro acumulado para diversificar la categoría “mujer”, resignificarla para transformarla.

Las travas-trans sabemos, vivimos y enfrentamos día a día este sistema opresor sexo-género que en nuestras culturas occidentales se nos impone bajo un modelo binario donde solo se puede ser varón o mujer. Todo lo que se sale de la Heteronorma o heteronormatividad es un régimen social, político y económico que impone las prácticas sexuales heterosexuales mediante diversos mecanismos médicos, artísticos, educativos, religiosos, jurídicos, etc, y mediante diversas instituciones que presentan la heterosexualidad como necesaria para el funcionamiento de la sociedad y como el único modelo válido de relación sexo-afectiva y de parentesco. El régimen se retroalimenta con mecanismos sociales como la marginalización, invisibilización o persecución. - genera un plus a la hora de hacer sentir la opresión y violencia sobre esos cuerpos no legitimados, no leídos como cuerpos con derechos.

Esto último y la posibilidad de pensarnos diversas puede ser el aporte de las tortas, travas-trans, afrodescendientes, discapacitadas, migrantes- por nombrar algunas de las diversas formas de habitar lo femenino- a los feminismos que ya vienen cargando con cuerpos no legitimados y carentes de derechos.

Algunas lesbianas, pero sobre todo las travas- trans, no tenemos trabajo formal, las que hemos sobrevivido a las violencias de nuestro sistema político, social, económico, cultural, lo hemos hecho en la marginalidad absoluta, casi siempre en los márgenes de la prostitución. En ese sentido nuestra particularidad invita a pensarnos dentro de los feminismos desde lugares que hasta hace algunos años no estábamos habilitadas a pensarnos. Como sujetas de derecho, como ciudadanas, como trabajadoras, como estudiantes, como personas. Desde esas particularidades que nos atraviesan es donde necesariamente debemos pensar las estrategias que salvaguarden la integridad de nuestros cuerpos.

HI: ¿Sobre qué elementos políticos crees que el movimiento feminista, de mujeres y LGTB puede unificarse para fortalecer estas luchas, sobre todo en su dimensión internacional?

JG: La resistencia ha sido la herramienta política de lucha de los movimientos feministas, de mujeres, LGBTIQ. Debemos seguir profundizando, puliendo, creciendo como movimientos horizontales, críticos y autocríticos, transformarnos para transformar.

La educación y el trabajo como derechos, son pilares fundamentales que sostienen todo el andamiaje estructural de las desigualdades que reproduce este sistema capitalista, opresor y violento; es ahí y en las prácticas cotidianas donde debemos reforzar nuestro trabajo para la construcción de una sociedad más igualitaria.

 

* Activista trans, feminista, comunicadora. Finalizando la Licenciatura en Cs. de la Comunicación UdelaR, ha integrado diversos espacios de participación político-social. Con mas de 10 años de de trabajo en sociedad civil organizada, ha participado de la generación y promoción de políticas públicas y leyes en pro de los derechos de la diversidad sexual.

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