Hemisferio Izquierdo (HI): Desde Hemisferio Izquierdo pensamos que la izquierda hace tiempo descansa en un estadio de "orfandad estratégica", lo que lleva a reproducir esquemas pensados para otro tiempo o directamente a adaptarse cómodamente a la agenda de los think tank del capital. ¿Comparte este diagnóstico? ¿Qué elementos podrían estar detrás de esta situación? María de los Ángeles Balparda (MAB): No comparto el diagnóstico de "orfandad estratégica" de la izquierda. Entiendo que cuando a fines de los 80 se dio el proceso perestroika -precedido de una bastante larga etapa preparatoria- se puso en cuestión al socialismo: se planteó que era para que hubiera más socialismo y lo que en realidad se buscó fue eliminarlo.
Así empezaron a aparecer los socialismos adjetivados: socialismo humanista, socialismo del siglo 21, autogestionario, etc. Y "las" izquierdas: consecuente, guevarista, auténtica, radical, moderada, etc. Izquierda es izquierda y punto.
Estamos en tiempos en que se conmemoran los 100 años de que Lenin escribiera Imperialismo, fase superior del capitalismo, 100 años de la Revolución Rusa, 72 años de la victoria sobre el fascismo en la Segunda Guerra Mundial, al tiempo que Corea del Norte se para firme frente a la amenaza de EE.UU que -además de las causas geopolíticas de acercamiento a las fronteras de Rusia y China- lo que quiere es borrar del mapa la decisión de la República Popular Democrática de Corea de no ceder ante la amenaza de guerra imperialista.
Asistimos a un mundo que lamentablemente se encuentra inmerso en nuevas guerras. Guerras terribles donde se prueba el armamento más moderno y terrible por parte de las grandes potencias que ha conocido la humanidad. Y este armamento con enorme poder de destrucción no se utiliza como en las dos guerras mundiales anteriores en plena Europa y una parte de Asia, sino que se emplea contra pueblos y países pobres, en Medio Oriente por ejemplo, arrasando ciudades completas, matando cientos de miles de personas civiles, mujeres, ancianos y niños, de la manera más bestial e inhumana. Debemos razonar y comprender que Hitler ha quedado chico ante tanta muerte y destrucción. Sus campos de exterminio hoy se multiplican a lo largo de los países arrasados como Irak, Libia, Siria, Palestina, Afganistán, Yemen, Sudán.
Ahora surge un nuevo peligro a partir de la instalación en el poder del imperialismo de una persona irracional, incontrolable, y manejada por los grandes monopolios de la fabricación de armas. El peligro se cierne sobre la península coreana, y lo que puede terminar en una tercera guerra mundial con la participación de Rusia y China, además de Corea del Norte. Sin duda con el empleo de armas nucleares, cuyas consecuencias a esta altura son posibles de imaginar.
Y es entonces que se debe aplicar el marxismo leninismo, el método de conocimiento, la dialéctica marxista leninista, la guía para la acción.
El marxismo leninismo no fue planteado ni es "esquema para otro tiempo". Allí está el papel activo y creador de quienes deben aplicarlo en cada momento histórico, en cada realidad concreta, dialécticamente, sin dogmatismo, ni esquematismo.
Lo que creo que está detrás de esta situación, de sentirse huérfanos, caer en adaptarse a la agenda de la burguesía y el imperialismo como única alternativa, es el dejarse derrotar por la ideología dominante, perder la confianza en el pueblo, en los trabajadores y su capacidad para superar al capitalismo construyendo el socialismo según las necesidades y capacidades con que se cuenta en la actualidad.
HI: En la actualidad, por diferentes razones y circunstancias, a las izquierdas les resulta muy difícil proponer y abordar temas relacionados con las vías para la superación del capitalismo. ¿Qué temas o nudos problemáticos deberían formar parte de un programa de pensamiento estratégico de transformación profunda del Uruguay actual?
MAB: La condición para plantearse la superación del capitalismo y transformar profundamente al Uruguay pasa inexorablemente, a mi entender, por la recuperación de las fuerzas sociales capaces de buscar y lograr esa transformación. Es el principal nudo que hay que desatar para que sea un programa de pensamiento estratégico. Y deben desatarse luchas populares que generen el caldo en el que surgirán las fuerzas necesarias para semejante tarea.
El imperialismo no sólo ha destruido las fuerzas productivas sino que además destruye las fuerzas sociales: por falta de trabajo, por alejar a los hijos de los trabajadores de la educación formal, por la introducción de las drogas especialmente a nivel de adolescentes y jóvenes, etc. restando fuerzas a la capacidad de lucha popular.
Habrá que volver a asumir que la lucha debe ser por el poder y ser capaces de no caer en las tantas bifurcaciones que ofrece la derecha -la vieja y la nueva- para desviar fuerzas y alejar el objetivo.
Se deberá combatir todo indicio de corrupción: donde ésta entra se termina la izquierda. Definida como la expresión del parasitismo de la burguesía en la etapa imperialista ha creado en el continente una situación que pone en bandeja el retorno de las clases dominantes a los gobiernos de los que habían sido desplazados.
Dándose estas tres bases mencionadas el camino será recuperar la tierra, cursamos ya el tercer gobierno del Frente Amplio y no sólo no se hizo la reforma agraria sino que se ha extranjerizado la tierra. Recuperar el ferrocarril, la básica industrialización que el Uruguay tenía, la estatización del dragado , la creación de la Marina mercante nacional, estimular la pesca artesanal, prohibir el fracking, plan nacional de vivienda popular, la recuperación del mercado interno a través de una política de salarios, fortalecer la educación pública y otras medidas estructurales, muchas de las cuales se están proponiendo en el Parlamento por parte del diputado del 26 de Marzo- Unidad Popular.
* María de los Ángeles Balparda es integrante de la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Marzo, diputada suplente por la Unidad Popular. Es también, desde hace años, comunicadora en CX 36 Radio Centenario