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  • Hemisferio Izquierdo

Editorial: El Hemisferio de las Derechas


Dibujo de tapa: Federico Murro



El proceso de rearticulación de las expresiones políticas clásicas de la derecha o las llamadas ‘nuevas derechas’, nos obliga a colocar la temática en el centro del análisis y a preguntarnos en clave estratégica por las implicancias de este proceso así como por la evidente regresión política e ideológica que significa para quienes nos proponemos superar el capitalismo.


Es por ello que no podemos prescindir de una sólida conceptualización de la derecha. Históricamente izquierda y derecha parecen constituirse como par binario, definidos sus elementos por oposición a su contrario. El afianzamiento del Estado de Bienestar europeo consolidó una suerte de ‘capitalismo social’ que no sólo pone en jaque la tesis marxista del advenimiento del comunismo en países con mayor desarrollo de las fuerzas productivas, sino que plantea la posibilidad de emergencia de una izquierda reformista dentro de los marcos del capitalismo, haciendo que socialismo y capitalismo ya no se encuentren estrictamente asociados a izquierdas y derechas respectivamente.


Evitar que los partidos de derecha vuelvan al gobierno ha constituido muchas veces el argumento principal con el cual los progresismos pretenden mantener su lugar. Esto nos lleva a problematizar las implicancias de que ambas, izquierda y derecha, pueden gestionar el capitalismo, y que probablemente los ascensos de unas y de otras estén asociados a la fase específica en que las necesidades de reproducción del capital se encuentre. Esto podría explicar cómo algunos gobiernos con definición de izquierda han logrado implementar más eficazmente políticas clásicamente asociadas a la derecha gracias al amplio consenso alcanzado con las clases populares, entre otros factores.


A pesar de ello, sigue siendo pertinente preguntarnos qué representa la derecha hoy. Una posible explicación para el origen de las ‘nuevas derechas’ es la reconfiguración geopolítica que tras la caída del Muro deja a EE.UU con una influencia sobre América Latina que no necesita basar su hegemonía sobre el “fantasma del comunismo”, sino que se erige sobre un nuevo enemigo a destruir: el terrorismo. Este escenario generó nuevas condiciones para que el equilibrio ‘democrático’ de América Latina ya no peligrara como lo había hecho en los años setenta con las dictaduras. De este modo, el restablecimiento de la hegemonía imperialista contó con nuevas configuraciones de la derecha clásica y permitió también el ascenso de expresiones de izquierda sin que mediara violencia política a través de golpes de estado o desestabilización [1] .


Esta 'nueva derecha' es caracterizada por algunos autores como ‘democrática’ en relación a la tradicional y autoritaria derecha vinculada al terrorismo de estado. Además, le es propio un manejo de campañas publicitarias con una fuerte impronta de mercado trasladada a la esfera política, instaurando una suerte de nueva racionalidad donde sus representantes, ahora provenientes de la clase empresarial, hacen apología al esfuerzo personal como clave del triunfo individual y colectivo, lo que constituye el fundamento ideológico para admitir las diferencias sociales que encarna su proyecto político. La inseguridad como clave estratégica para los amplios apoyos de masa conseguidos -no sólo de las clases medias sino de importantes sectores de las clases populares- también es un distintivo de esta ‘nueva derecha’. El lugar que la inseguridad ocupa en los proyectos nacionales de derecha en el conosur corresponde probablemente al lugar que la inmigración y la xenofobia ocupan en Europa.

El proyecto económico que las derechas sustentan, los vínculos entre éstas y el poder económico; las particularidades de los barrios donde viven muchos de sus representantes; lo que sustenta la extraña alianza entre derechas y clase media; su vínculo con la seguridad; las lógicas punitivas que han encarnado a lo largo de la historia así como su presencia en la historiografía nacional durante el siglo XX; la xenofobia como pilar en Europa y el ascenso del macrismo en Argentina son algunos puntos en este recorrido por el hemisferio de las derechas que los invitamos a leer.


Notas:


1. Aún así la injerencia directa de EE.UU materializada en la existencia de bases militares o el Plan Colombia en Latinoamérica es una preocupante realidad. El golpe en Honduras, la invasión a Haití, el intento de golpe en Ecuador así como los intentos desestabilizadores en Venezuela dan cuenta el vínculo entre derechas, autoritarismo e imperio.

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