top of page
  • Hemisferio Izquierdo

Guerra Fría 2.0, con Yerko Ortega


Yerko Ortega es chileno y trabaja como asesor y analista internacional en la República Bolivariana de Venezuela. Desde Hemisferio Izquierdo conversamos con él sobre geopolítica y la situación en Medio Oriente.

HI: Medio Oriente continúa siendo una región clave donde se condensan contradicciones de orden global, en particular hoy la guerra en Siria tiene implicados en mayor o menor medida al conjunto de la OTAN, Rusia, China, Irán, las Monarquías del Golfo. ¿Cuáles son las claves de ese conflicto y sus perspectivas?

Yerko Ortega (YO): Lamentablemente, en Siria, hay guerra para rato. Si bien la amenaza de Daesh ha sido controlada gracias a la intervención directa de Rusia principalmente, pero también de Irán, Hezbollah y de milicias populares chiitas provenientes de Iraq, los Estados Unidos y sus aliados no se darán por vencidos aunque el ejército sirio logre retomar el control de sus fronteras con Iraq y Jordania y termine asfixiando a Daesh sitiando a Raqqa, la “capital” del Estado Islámico.

Es cada vez más evidente que el imperialismo no está en condición de tumbar a Al Asad, ni de arriesgarlo todo en un enfrentamiento directo con Rusia o Irán, pero si puede impedir o frenar los intentos de normalización de Siria e Iraq. Para esto, seguirá financiando los llamados “rebeldes moderados”, continuarán los bombardeos a posiciones del ejército sirio para frenar sus avances y permitir la reorganización de Daesh. Seguirá también la infiltración ilegal de tropas de la OTAN en Siria. Pero su carta maestra es la cuestión kurda en el marco de la de “Guerra de Proxis”. Su apoyo a las milicias kurdas del YPG en Siria y los lazos históricos entre los peshmergas e Israel son elementos fundamentales para prever los próximos pasos del imperialismo.

Es necesario volver a los orígenes del conflicto sirio. La Republica Árabe Siria es una pieza fundamental en el diseño de un sistema alternativo de abastecimiento energético de Europa Occidental. También es importante recordar que los planes del imperialismo para la región fueron elaborados cuando Rusia seguía en su letargo post soviético. Los Estados Unidos actúan en Siria por inercia. Siguen el impulso de los eventos del 11 de septiembre 2001 como puntapié inicial de la ofensiva generalizada para hacer del siglo XXI, un “Nuevo Siglo Americano” subestimando el ascenso fulgurante de la propuesta antagónica de un mundo policéntrico levantada por las economías emergentes. Tras el derrumbe del campo soviético, los Estados Unidos fueron incapaces de capitalizar su posición de única superpotencia. Rusia demuestra hoy en día en Siria los frutos de los esfuerzos de modernización de su Estado, de su economía y de su aparato militar. A su vez, la propuesta china de “Una Ruta, una Franja” que implica el rediseño de las rutas comerciales a nivel mundial, rivaliza con la hegemonía económica del capitalismo atlantista.

En este marco, Siria, Ucrania, y el Mar de China, son para los Estados Unidos y sus vasallos, ejes claves de una nueva estructura geopolítica.

Armar al YPG en Siria le permite a los EEUU apostar al control del territorio al Este del rio Éufrates, generando las condiciones para una partición de facto de la República Siria. Por otro lado, la ocupación ilegal por tropas de la OTAN de la base de Al Tanf, en el sur de Siria, en la frontera con Iraq, dónde los militares occidentales forman a los efectivos del “Ejercito Sirio Libre”, y los apetitos israelíes por ampliar su zona de influencia más allá del Golán ocupado, apuntan a que, ante la imposibilidad de tomar Damasco, el Imperialismo intentará despojar al país levantino de importante franjas de territorio privando a Damasco de sus fronteras con Iraq, desde donde recibe el apoyo de las milicias chiitas iraquíes y de Irán. Como si esto fuera poco, las zonas a cuyo control aspiran los EEUU, son ricas en petróleo y en agua dulce.

La instrumentalización de las milicias kurdas y de los “rebeldes moderados” es justificada desde Washington por la supuesta necesidad de apoyar a todas las facciones que luchan en contra de Daesh. La colaboración de las YPG de extracción izquierdista es sin duda sorprendente y hasta sospechosa para algunos. Sin embargo, no deja de ser legitima para los kurdos que no han encontrado aún, en el gobierno sirio, un interlocutor dispuesto a atender las demandas específicas de esa comunidad.

Ante estos planes siniestros, el Comando Militar Conjunto que agrupa a los militares de los aliados de Siria, ha lanzado una ofensiva general para recuperar el control nacional sobre las fronteras y avanzar hacia Al Raqqa, la “capital” de Daesh, antes de que se instalen las fuerzas apoyadas por los EEUU y que las tropas de Daesh salgan de la ciudad y se desplieguen de forma efectiva para complicar el avance del ejército nacional. Ésta ofensiva general ha sido posible gracias a la victoria militar y diplomática que significó la reconquista de Alepo. El intento de golpe de Estado en Turquía, el apoyo norteamericano a los kurdos, y la realidad económica turca, hicieron que Erdogan revisara su estrategia en Siria, acercándose a Rusia e Irán.

HI: ¿Cómo se entronca con esto la actual crisis entre los saudíes y sus aliados con su antiguo aliado Qatar?

YO: Qatar, otro país de la coalición anti Bashar Al Asad que fue (y es aún muy activo) en el financiamiento y armamento de los terroristas islamistas acaba de entrar en una crisis profunda. Turquía y Qatar parecen haber sido víctimas de una traición interna en la coalición liderada por los Estados Unidos que parece deshacerse a medida que Rusia despliega su maquinaria bélica y diplomática. Desde Turquía salieron acusaciones que apuntan hacia los Emiratos Árabes Unidos como financiadores del intento de golpe en el país euroasiático y como actor fundamental en el aislamiento de Qatar. Lo de Qatar sucede tras la visita de Donald Trump a Arabia Saudita donde pidió a los países árabes reforzar la unión en contra de Irán. El Golpe de Estado en Turquía provocó que el país con el segundo mayor ejército de la OTAN se acercara pragmáticamente a Irán y Rusia. La agresión en contra de Qatar por Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, hicieron que uno de los mayores financistas de la insurrección islamista en Siria, no tenga otra opción que profundizar los lazos económicos y políticos con Irán y Turquía. Rusia está ofreciendo sus buenos oficios dispuesta a aprovechar la ganga. ¿Será que terminarán Irán, Qatar y Rusia organizando la explotación y distribución del gas de los yacimientos del Golfo Árabo-Pérsico a través de Siria y Turquía? Cuesta mucho ver otra cosa que un estado de decadencia avanzada en la planificación estratégica de los EEUU y sus aliados.

Por otro lado, ante la escaza probabilidad de una intervención directa y masiva de la OTAN en Siria por la cada vez mayor presencia de fuerzas rusas en el terreno, y los riesgos de enfrentamiento directo entre potencias nucleares que dicha intervención provocaría, el imperialismo seguirá usando de la “guerra de proxis” para intentar debilitar a los países que apoyan a Siria. Los kurdos, Baluchís y sunitas seguirán recibiendo cada vez más fondos y armamento para impedir la normalización de la región. Teherán a acusado abiertamente a Arabia Saudita de estar detrás de la organización de los atentados en Irán. Sin embargo, el gobierno iraní ha reaccionado de forma medida entendiendo que se trataba de una provocación diseñada en Washington y Tel Aviv en búsqueda de un conflicto abierto entre países musulmanes que solo beneficiaría a la entidad sionista. La desesperación está del lado del imperialismo y sus vasallos regionales.

HI: ¿Es posible que continúe escalando el conflicto y derive en enfrentamientos a mayor escala entre potencias? ¿Salir de la “guerra de proxis” a una guerra de otra envergadura?

YO: Si, es una posibilidad. Sin embargo, mucho se ha hablado de que la humanidad se encaminaba hacia una Guerra Fría 2.0, es decir, un nuevo período de confrontación indirecta entre potencias antagónicas, en diversas latitudes, instrumentalizando conflictos diversos, grupos terroristas, guerrillas, lo que implica una sobreinversión hacia el presupuesto militar y una carrera armamentística, una guerra económica financiera y mediática permanente. En este marco, no podemos pensar que los rusos, por ejemplo, no hayan sacado ningún tipo de lección estratégica de la derrota de la Unión Soviética en la anterior Guerra Fría. Los chinos, a mi entender, si han aprendido y han optado muy temprano por una estrategia distinta a la de la URSS pues dejó de encarar directamente a los EEUU para pasar a transformarse paulatinamente en el taller del mundo y en el receptor privilegiado de capitales norteamericanos y occidentales, dejando a la URSS asumir sola el costo de la carrera armamentística y el enfrentamiento global con los EEUU y la OTAN. Por otro lado, la OTAN sigue siendo la OTAN, el aparato militar del imperialismo, pero, ¿podemos comparar a la Organización de Cooperación de Shangai (OCS) y la Organización del Pacto de Varsovia? ¿Podemos comparar al liderazgo soviético, sus visiones políticas, con el actual gobierno ruso?

Creo que la naturaleza de la OCS responde justamente a las lecciones aprendidas de la primera guerra fría cuyos resultados fueron la asfixia económica de la URSS y su posterior derrumbe y más de 20 años de total hegemonía estadounidense en la que su influencia, política, económica, militar, y cultural se expandió como nunca antes. Pero también, fue el período en que la humanidad estuvo al borde del holocausto nuclear en varias oportunidades. Hay mucha cautela en la conformación de la OCS, muchas ambigüedades también. No se define abierta y claramente como una alianza político militar en contraposición a la OTAN. Además, el cometido principal de la OCS es la construcción de un espacio económico común, de rutas comerciales, infraestructuras y sobre eso, se monta el tema militar al entender que ese espacio, se deberá defender. ¿Contra quién? Contra el “terrorismo” dicen ellos. Ahora, el mundo entero sabe que el terrorismo lo manejan los EEUU y sus aliados. A mi entender, la OCS es una respuesta asimétrica que busca evitar a toda costa entrar en una lógica abierta de confrontación por varias razones. La primera, es que retornaríamos a un terreno en el que los EEUU tiene una gran experiencia y una gran ventaja pues poseen el complejo militar industrial más grande del planeta y sus presupuesto militar supera en varias veces la suma de los presupuestos militares de los países de la OCS. Por otro lado, una OCS en confrontación abierta con los EEUU y Occidente no hubiera sido muy atractiva para socios como India y Pakistán que acaban de hacer su ingreso como miembros plenos a la organización. Además, los estatutos de la OCS prohíben el ingreso de un país sancionado por la comunidad internacional. Por esta razón Irán, país observador en la OCS, no ha podido conseguir su membresía plena. Otra de las tareas importantes de dicha organización es construir las condiciones para imposibilitar los conflictos entre miembros. Los diferendos territoriales y políticos son muy fuertes entre China e India por ejemplo, o entre India y Pakistán. Ciertamente los EEUU no dejarán de intentar jugar la carta de la división y la provocación de conflictos entre los miembros de la OSC.

Este carácter asimétrico de la respuesta de los países emergentes ante la brutalidad del imperialismo se puede ver en la construcción de vía férreas entre China y España para disminuir la importancia del tráfico comercial por el mar de China y el Pacífico en donde los EEUU mantienen una enorme superioridad militar, pero también en el desarrollo de misiles que hacen de los portaaviones ultramodernos norteamericanos, naves obsoletas. Si bien Rusia mantiene el mayor arsenal nuclear del planeta, y está en plena modernización de sus fuerzas armadas, al igual que China, no se trata para estas potencias de seguirle el paso a los estadounidenses. Se trata más bien de invertir las energías en la construcción de las condiciones que harán el enfrentamiento directo con los EEUU, innecesario. El Arte de la Guerra de Sun Tzu aplicado a nivel global.

Ahora bien, ante el desarrollo a todo ritmo del proyecto chino de la ruta y la franja, y de la exitosa ofensiva rusa para defender sus posiciones estratégicas en el campo energético y geopolítico, los EEUU y sus vasallos están en crisis. No han dado aun con la forma de impedir la construcción de ese mundo policéntrico liberado de la hegemonía usamericana que irá acelerando el desplazamiento del centro de gravedad económica hacia Asia, pero si saben cómo frenar, sabotear, crear tensiones, y al mismo tiempo sacar beneficios económicos vendiendo armas. Las tensiones en Oriente Medio, en Ucrania, y en el Mar de China fueron una tremenda oportunidad de ventas de armamento para los EEUU. Venta del sistema de misiles anti-aéreo THAAD a Corea del Sur. En mayo Donald Trump anunciaba la venta de armas a Arabia Saudita por 110 mil millones de dólares y viajó a la sede de la OTAN para exigirle a los países miembros que aumenten sus contribución económica a la organización, y lo más extraño fue el anuncio en estos días de la venta de 36 casas F-15 a Qatar país que acaba de ser blanco de una agresiva campaña de aislamiento y bloqueo por los Saudíes y sus vasallos en la región, agresión que el mismo Presidente norteamericano saludo en un tweet!

Ahora, para volver a su pregunta. Si, el enfrentamiento directo entre potencias nucleares en competencia por los recursos naturales y por la acumulación de capital es posible, pero hay alternativas. Entendiendo que, incluso para los capitalistas más voraces e irracionales (valga la redundancia), la destrucción total de la humanidad es una mala idea, pues no es compatible con los negocios, el capitalismo explorará otras vías en aras de sobrevivir. La expansión del imperialismo usamericano y vasallos tras la caída del bloque soviético fue tal que llegaron a los límites del planeta, en todos los aspectos. De mantener sus ambiciones de hegemonía global, las elites estadounidenses, no tendrían otra opción que la de intentar destruir a la competencia. Sin embargo, los aparatos militares rusos y chinos tienen la capacidad de golpear a muerte a los Estados Unidos. Esto es lo que condiciona que la Guerra Fría sea efectivamente “fría”. La destrucción mutua asegurada, garantiza, por ahora, la búsqueda de tácticas y estrategias alternativas por parte del imperialismo para intentar mantener su hegemonía. En eso no hay diferencia con la Guerra Fría anterior. Sin embargo, como decíamos, la construcción del mundo policéntrico, incompatible con los deseos de hegemonía estadounidenses, sigue avanzando a paso firme. Esto indica que vamos hacia un periodo más o menos largo de tensión permanente (Guerra fría 2.0) cuyo desenlace puede ser uno de los siguientes:

  1. El golpe nuclear sorpresivo por parte de los EEUU tras un avance tecnológico que garantice el aniquilamiento del enemigo antes de que pueda responder, o que neutralice su respuesta.

  2. El derrumbe chino (o ruso) a través de una “revolución de color” basada en la instrumentalización de las minorías étnicas o sociales, de un estallido social debido a la agudización de la desigualdad y de la explotación o de una guerra con algún vecino de peso.

  3. Ante el avance del modelo policéntrico, el colapso y repliegue de los EEUU, y su incorporación al nuevo orden mundial policéntrico como un socio más. Esta opción va de la mano con una guerra civil en los EEUU al entender que un repliegue implicaría la destrucción de gran parte de la burguesía y la necesidad de refundar esa nación.

Sería interesante especular y debatir libremente sobre cuáles serían las consecuencias para los trabajadores del mundo de la Opción 2 y de la 3. Además, ninguna de estas opciones implica el final del capitalismo.

bottom of page