¿Cómo fue el surgimiento de la Diaria en Colonia? ¿Por qué vieron esa necesidad en el interior?
En los últimos años La Diaria ha consolidado un modelo de generación de contenidos a partir de portales especializados en diversas temáticas (Educación, Salud, Trabajo, Feminismos, Ciencia, Economía y Justicia). Esa especialización periodística ha sido fundamental para ampliar la comunidad de lectores y otorgarle sostenibilidad económica al proyecto editorial.
En ese marco, en febrero de 2021, implementó el proyecto la diaria local, con la creación de redacciones en los departamentos de Colonia y Maldonado, con el objetivo de consolidarse como un diario nacional, aportando las miradas desde los diferentes territorios.
A medida que se afianzan estos dos proyectos de periodismo local, la idea de la diaria es seguir instalando redacciones en otros departamentos.
Creemos que también está bueno hacer una discusión sobre la categoría Interior. En un país históricamente centralizado en Montevideo, incluso en términos demográficos, "el interior" es una categoría que todos usamos pero que debe discutirse de modo permanente, porque a veces solo con nombrar esa palabra podemos terminar homogeneizando la diversidad cultural y política que existe en Uruguay, que trasciende ampliamente la dicotomía Montevideo – Interior.
La creación de La Diaria Colonia comenzó a manejarse muchos años antes de su concreción. Lucas Silva, uno de los integrantes del grupo fundador del diario y ex director periodístico del mismo, es lacazino, y junto a otros compañeros siempre vieron a este departamento como un terreno fértil para generar proyectos de comunicación. Y en esas conversaciones iniciales también estuve presente ya que con Lucas hemos desarrollado varios proyectos antes de que naciera la diaria, por una amistad que precede a nuestros vínculos con el periodismo.
El departamento de Colonia, con trece localidades y una amplia zona rural, con una capacidad productiva muy fuerte en diversos sectores económicos, también presenta una diversidad que es digna de analizar, para contar lo que allí sucede, más allá de que seamos originarios de estas tierras.
Te agrego que el modelo de llegada a los lectores de la diaria Colonia y de la diaria Maldonado consiste en respectivos envíos diarios de noticias por whatsapp a una numerosa lista de remitentes (en el caso de Colonia cercana a los dos mil), así como la publicación de newsletter semanal que es enviada por correo electrónico. De acuerdo a su importancia, algunas de esas noticias son seleccionadas para publicar en la edición papel de la diaria.
¿Qué particularidades tiene Colonia y Maldonado respecto al resto del interior del país?
La diaria arrancó sus proyectos de periodismo local en estos departamentos, porque se encuentran entre los más poblados del país después de Montevideo y Canelones, y eso implica la posibilidad de atraer mayor cantidad de suscriptores en menor cantidad de tiempo de lo que ocurriría en otras regiones. En definitiva, hay una búsqueda de alcanzar los puntos de equilibro económico en el menor tiempo posible, porque generar redacciones locales tiene costos fijos altos: implica sumar periodistas, fotógrafos así como compañeros encargados de trabajar en el vínculo con los suscriptores. Antes de iniciar estos proyectos, hubo reuniones con actores locales, con suscriptores radicados en estos dos departamentos, para evaluar las posibilidades de concreción, además de generar contactos con personas interesadas en sumarse a la comunidad de la diaria ya fuere como suscriptores o como colaboradores de las ediciones.
¿Cómo ves los medios de prensa allí y en el resto del interior respecto a Montevideo?
Antes de sumarme en el proyecto la diaria local como periodista trabajé, entre otros lugares, en varios medios escritos del departamento de Colonia. Además, he formado parte del consejo directivo de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU). Desde esos lugares podés conocer las múltiples realidades y formas de hacer periodismo que se desarrollan en diferentes puntos del país: en el denominado Interior funcionan medios quizás tan profesionalizados como en Montevideo; otros, en tanto, se elaboran de modo muy voluntarioso, con escasos recursos económicos y con poca formación profesional por parte de quienes trabajan allí. Existen medios de prensa que cuentan con sus propias imprentas y otros que deben apelar a los servicios externos de la más variada calidad, por ejemplo.
La incidencia de los gobiernos locales en el desarrollo del trabajo periodístico también difiere en cada departamento; en algunos, los periodistas trabajan sin recibir presiones de los gobernantes, mientras que en otros están sujetos a los mismos de un modo más evidente, muchas veces porque dependen de la pauta publicitaria que pagan las intendencias. Está bueno decir que el proyecto de la diaria local está sostenido en el aporte de los suscriptores al cien por ciento; eso ha otorgado una independencia desde el arranque a ambas redacciones, ya que no dependen de la pauta publicitaria para sostenerse.
También me parece importante comentarte otra cosa al respecto. En Uruguay, en todos los departamentos, buena parte de los periodistas deben apelar al multiempleo para lograr la sobrevivencia económica. Y en las localidades más pequeñas, donde las posibilidades de interacción entre las personas son mayores, ocurre con mayor frecuencia un cruce entre los intereses entre las empresas periodísticas y aquellos que tienen los propietarios o responsables de los otros lugares de trabajo que tienen los periodistas, lo cual limita el accionar de estos trabajadores.
Desde hace más de 40 años, la sobrevivencia económica de los medios de prensa escrita del interior ha estado fuertemente condicionada por la existencia de un subsidio que otorga el gobierno central mediante un impuesto creado especialmente para este sector, cuya fuente de recaudación es una tasa que se aplica a los boletos aéreos. Este fondo de fomento a la prensa del interior se vio gravemente afectado durante la pandemia, donde la venta de boletos aéreos cayó de modo estrepitoso, lo cual repercutió en la salud económica de varios medios. La prensa capitalina no cuenta con un fondo de fomento de características similares, aunque ha sido reclamado por algunas patronales e incluso por el sindicato de trabajadores de la prensa.
Otros problemas generales de las prensa escrita pueden ser vistos en pequeños pueblos de nuestro país como en cualquier gran ciudad del mundo: la tendencia a la sustitución del papel por los medios electrónicos que se inició hace ya unos cuantos años parece irreversible, y eso ha costado el cierre de innumerables empresas periodísticas que, por diferentes razones, no lograron acompañar ese proceso.
Después de un tiempo con La Diaria allí, ¿qué consideraciones pueden extraer hoy?
En primer lugar, tenemos que valorar que ambas ediciones de la diaria local, Colonia y Maldonado, continúan en marcha, lo cual no es un hecho menor. En líneas generales, puedo decirte que el modelo de llegada a los lectores ha sido eficiente, y las noticias diarias y los artículos de mayor profundidad suelen tener buenas críticas, lo cual se ha visto reflejado en alguna encuesta que hemos realizado entre los lectores. En el caso de Colonia, se mantiene el grupo original de trabajo, el cual se ha visto enriquecido con aportes de numerosos colaboradores, que han acercado muy buenos aportes en diferentes temáticas. A lo largo de este año y medio la diaria Colonia ha logrado marcar agenda en temas políticos, ambientales y culturales, manteniendo un diálogo abierto con integrantes de diversas organizaciones sociales y partidos políticos. Puedo decirte que la llegada de la diaria Colonia ha sido muy bien recibida. Está claro que siempre resulta necesario apuntar al crecimiento del proyecto, algo que se puede lograr a partir del buen relacionamiento con los lectores y con el enriquecimiento de los aportes que logremos imprimirle a este proyecto.
* Francisco Abella desarrolla el oficio de cronista ya sea en su rol de periodista, en este momento como editor de la diaria colonia, y como antropólogo social. También es docente en el CERP (Centros Regionales de Profesores) en Colonia.
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