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Fernando Moyano*

Discusión sobre Rodney ​III. ​Paréntesis​: por las ramas asiáticas


En la parte II de mi trabajo sobre Rodney Arismendi y las polémicas estratégicas sobre la transición al socialismo (“Planteamiento del problema”) escribí:

“Tomemos a todos los partidos comunistas oficiales (o no oficiales, en esto son más o menos lo mismo) de todos los países de Asia y veamos cómo ven la periodización histórica de su propio país, Yo no conozco un caso en que haya habido en Asia (según ellos) en algún lado y en algún momento de la historia un “modo de producción asiático”. En todos los casos es: comunismo primitivo, esclavismo, feudalismo, capitalismo…”

No soy un especialista en este tema y mi afirmación es un poco atrevida, aunque cuento en este caso "con una pequeña ayuda de mis amigos". El sentido de esa digresión era una pregunta suscitada por un comentario de Arismendi sobre las ideas de Lenin luego de la truncada revolución rusa de 1905 para la nueva revolución rusa entonces por venir, y aplicarlas a una estrategia para la revolución uruguaya, por venir:

“La concepción de Lenin ha sido confirmada, continuada y enriquecida por toda la práctica contemporánea, en particular, por la experiencia de la revolución china, país semi feudal y semicolonial...”

Lenin, sus ideas sobre estrategia revolucionaria, su evolución y cambios, sus contradicciones, y lo que la realidad terminó diciendo en definitiva sobre todo eso, es un tema que deberemos tratar en detalle, y sería el capitulo siguiente de nuestro trabajo. Pero esa cita de Arismendi nos motiva una observación. Lo primero que llama la atención es que una concepción pensada para una revolución rusa que habría de ocurrir fuese confirmada por una revolución ocurrida en China, y luego trasladar eso a Uruguay. Arismendi notoriamente pasa por alto que la revolución realmente ocurrida en Rusia no confirmó esa concepción previa. Por eso sale con China. Aunque allí tampoco se confirmó, pero eso nos llevaría a otro terreno. La idea, que es la base de la concepción de Arismendi, es una continuidad en un proceso histórico que completase una revolución democrático-burguesa incompleta, con el tránsito a una revolución obrera socialista; tal la idea de Lenin a partir de 1905 pero que 1917 no confirmó, porque la burguesía fue completamente contrarrevolucionaria y la revolución obrera fue una ruptura y no una continuidad con esa pretendida realización plena de una revolución democrático-burguesa, que nunca ocurrió. También eso tendremos que desarrollarlo. Entonces, nuestro comentario ante esta mención a China que motiva esa digresión que citamos, era: “¿Qué tienen de común Uruguay y China, aparte de ser todos ‘orientales’? Lo que tienen en común no es lo que son sino como se los ve desde la óptica eurocentrista. Y es la óptica eurocentrista en el marxismo eurocentrista que lo que ve allí es “feudalismo” porque la historia no puede explicarse de otra forma”. No soy un experto, pero acaba de ser publicado un trabajo de alguien que sí lo es, John Riddell, sobre los planteos iniciales de la Internacional Comunista respecto de la revolución en Asia (ver en este número de Hemisferio). Vamos a acercarlo a los lectores. La visión de Riddell no es, a mi juicio, completa, y le adjuntaremos algo más: la completa ignorancia y desinterés de los bolcheviques y demás protagonistas de esa recién fundada Internacional Comunista respecto de Latinoamérica. Es algo muy significativo que no podemos pasar por alto, al menos desde acá. Los lectores pueden consultar los documentos de los cuatro primeros Congresos “leninistas” de la Comintern (se los llama así porque todavía estaba Lenin, o su influencia). Se puede encontrar allí la estrategia revolucionaria, detallada hasta extremos un poco absurdos, para multiplicidad de países, casi recetas. Pero ni una palabra sobre América Latina. Algo singular es la referencia en este trabajo de Riddell a un comunista indio (de la India, no de los de acá) Manabendra Nath Roy. Un revolucionario comunista de ideas avanzadas incluso dentro los revolucionarios comunistas de aquel período.

Entonces, esto no es solamente sobre Rodney Arismendi, sino sobre la doctrina a la cual recurre. “Marxismo-leninismo” es un invento estalinista para reprimir disidencias dentro del propio partido bolchevique, necesitaba crear una escolástica. Se basa en dos ideas. 1.- Lenin hizo una interpretación correcta del marxismo para nuestro tiempo. 2.- Su pensamiento es coherente y consistente, siempre piensa lo mismo y tiene razón. Demostrar que lo segundo es falso es muy sencillo, las contradicciones de Lenin son conocidas, las veces en que la realidad lo desmintió, mucho más. Todo eso queda para otro momento. Ahora bien, lo primero, más allá de que nos resulte un misterio qué significa eso de “interpretación correcta del marxismo”, tiene implícita una idea: “nuestro tiempo” se mantiene igual desde Lenin hasta hoy, pero además es igual en el espacio. Lenin señala la división del mundo entre países imperialistas y países de la periferia oprimidos por el imperialismo. Pero parecería que la periferia fuese toda igual, lo que Lenin pensó para Rusia (que no se cumplió para Rusia, dejemos eso) se cumplió para China (tampoco, pero dejemos eso también), y por lo tanto, se cumpliría para Uruguay. Riddell nos trae a colación un muy conocido artículo de Lenin de 1913, “Europa atrasada, Asia avanzada”, en el cual destaca entre otras cosas el distinto rol jugado por la burguesía en ambos continentes (reaccionario en Europa, “junto al pueblo” en Asia). La rémora eurocentrista en ese pensamiento a pesar de la ruptura con el eurocentrismo puro y duro, es todo un tema. También, su evolución en el tiempo. Vamos a presentar el trabajo de Riddell, aquí la primera junto con esta nota, luego haremos un comentario. Ahora volvamos un momento de nuestra digresión, a Nuestra América la olvidada. En el Segundo Congreso de la Comintern participa Roy, Lenin destaca expresamente su papel en mejorar (un poco hacia la izquierda) las tesis iniciales, en el sentido de no hacer un seguidismo incondicional a la burguesía de esos países. Una exposición de sus ideas pueden encontrarse en uno de sus muy pocos artículos disponibles en español: “Nacionalismo burgués”, de 1923, https://www.marxists.org/espanol/roy-m-n/1923/octubre/15.htm Riddell cita a Roy criticando a la Segunda Internacional, "el mundo no existía fuera de Europa".

¿Qué estaba haciendo allí este revolucionario de la India? Representaba al Partido Comunista Mexicano.

Era un revolucionario que luchaba por la independencia de la India y huyó de allí perseguido por los británicos; atravesado varios países llegó a Estados Unidos donde se hizo marxista, y de allí a México donde en diciembre de 1917 fue uno de los fundadores del Partido Comunista, el primer partido comunista de América Latina y el primero en el mundo en llamarse así fuera de Rusia. ¿Cómo llegó a Moscú? Con la ayuda del presidente de México, Venustiano Carranza, al que llamaron la atención su escritos. Carranza fue presidente desde 1917 a 1920, antes fue un gobernador militar entre varios que había en México luchado entre sí o aliándose entre sí. México sí tuvo eso que Rusia no tuvo, una revolución en la que una burguesía nacional participó en un amplio frente de clases populares, y fue realmente una revolución agraria democrática y antiimperialista. Pero no fue ningún tránsito a na revolución socialista, la burguesía la traicionó y la aplastó. Eso se hizo bajo la presidencia de Carranza. La Comintern se fundó el 3 de marzo de 1919. El 19 de abril Emiliano Zapata fue asesinado en México en una conspiración de Carranza. Los bolcheviques nunca se enteraron. El gobierno de Carranza frenó la revolución agraria, frustró el proceso democrático y transó con el imperialismo. Le dio la espalda a los villistas y zapatistas. El Partido Comunista Mexicano lo apoyaba. La Casa Obrera Mundial, fundada por inmigrantes españoles anarco-sindicalistas, también tuvieron un acercamiento a Carrranza. Explica uno de sus dirigentes, Rosendo Salazar: "Con Villa no, porque era imposible confiar en un hombre sin programa ideológico; no podíamos seguirlo y calculamos que iría al fracaso. Con Zapata no, a pesar de su meritorio credo agrarista; este es sólo un aspecto, no es toda la Revolución"(1).

El "Constitucionalismo" de Carranza era encasillar la revolución agraria democrática en el marco burgués, y para eso traicionarla. Convoca a un "Congreso Constituyente" asegurándose que los villistas y zapatistas tuviesen representaciones mínimas: "Los constituyentes ortodoxos, juristas y maestros en derecho, creían inadecuada la incorporación de los derechos de los trabajadores en la ley suprema porque contraviene la técnica constitucional. Consideraban inoportuno que ésta hablare de la duración de la jornada, salario mínimo y del trabajo de las mujeres, pues según ellos todo eso era legislación secundaria"(2).

Carranza ayudó a Roy a viajar a Moscú, fue recibido por Lenin, y tuvieron largas discusiones. Participó en el Segundo Congreso de la Comintern que se reunió en Moscú en julio de 1920. Viajes así en ese tiempo eran complicados y llevaban tiempo, y Carranza había sido asesinado en mayo, y la contrarrevolución burguesa se consolidaba nás. Roy ocupó importantes cargos de dirección durante varios años en la Comintern. Por su afinidad con Bujarin terminó siendo expulsado por el estalinismo, volvió a la India, se apartó del marxismo y se unió al humanismo radical, una corriente que se alió a la gente de Gandhi pero que discrepaba con el pacifismo de éste. Murió en 1954. Pasaron décadas para que el mundo conociese la “Latinoamérica avanzada” que busca un camino al socialismo que no tenga nada que ver con ninguna burguesía (aunque todavía tengamos que superar los restos de la mitología burguesa). Los bolcheviques hicieron una gigantesca revolución, que no tenía ninguna burguesía “junto al pueblo”, y que tuvo también un proceso degenerativo, diferente. Sin duda, toda su experiencia nos es de enorme valor. Pero no supieron que esa "revolución democrática agraria antiimperialista" había ocurrido en México, antes que en Rusia incluso, y había mostrado todas las contradicciones de las revoluciones que ellos trataban de promover en Asia. A la hora de comprender nuestra propia revolución no sobrevaloremos las recetas de aquellos grandes revolucionarios que no sabían nada de América Latina ni les interesó, que recibieron como representante de México a un gran revolucionario de ideas avanzadas incluso en aquel contexto, pero que no sabía lo que era México.

 

* Investigador y militante político. Fue coordinador de la revista Alfaguara y la publicación electrónica La lucha continúa, fue también fundador del Encuentro Latinoamericano de Revistas Marxistas. Es colaborador de varias publicaciones y centros de debate.

Notas:

(1) http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/rosendo/9.html

(2) https://es.wikipedia.org/wiki/Venustiano_Carranza#El_Congreso_Constituyente_de_1917

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